El espíritu olímpico en miniatura: el intercambio internacional de “Futbolín Kids”

Introducción
La convivencia entre culturas enriquece el deporte juvenil. “Futbolín Kids” es un proyecto de intercambio entre Chile y Argentina en el que niños de 10 a 12 años comparten entrenamientos, valores y partidos amistosos, fomentando el respeto global y la pasión futbolera.

Nacimiento de la iniciativa
En 2019, dos entrenadores amigos (uno chileno, otro bonaerense) soñaron con un intercambio deportivo estilo mini-olimpiadas. Convocaron a 12 niños por país para una semana de convivencia en Mendoza. El programa incluía entrenamientos mixtos y actividades culturales: visitas a viñedos, clases de tango y recorridos por ciudades históricas.

Semana de intercambio
Durante siete días, los equipos se dividían en grupos mixtos. Por la mañana entrenaban técnica y coordinaron goles de chalaca o jugadas típicas rioplatenses. Por la tarde, practicaban juegos chilenos, aprendían el himno nacional de ambos países y compartían comidas típicas.

Partido de clausura
El punto culminante fue un torneo 6 vs 6 en la cancha municipal de Maipú. Los niños compitieron bajo el lema “Más allá de la camiseta”. Hubo emoción, goles de antología y un ambiente de camaradería. Al final, no hubo trofeos individuales: todos recibieron medallas de participación y un manual con recetas de comidas locales.

Impacto educativo
El intercambio no fue solo físico, sino también formativo. Aprendieron sobre diversidad cultural, tolerancia y trabajo en equipo con personas distintas. Cada noche redactaban un diario de experiencias, reforzando la comprensión lectora y la expresión escrita.

Continuidad del proyecto
A pesar de la pandemia, el proyecto se virtualizó: jugadores charlaron por videollamada, realizaron retos técnicos en línea y grabaron mensajes de apoyo. En 2022 se reactivó presencialmente, sumando a Uruguay y Perú al circuito, convirtiéndose en “Mini-Olímpicos Andinos”.

Reflexión final
“Futbolín Kids” demuestra que el fútbol puede unir fronteras y formar ciudadanos globales. Más allá de la habilidad con el balón, los niños regresan a casa con una visión ampliada del mundo y amistades que perdurarán toda la vida.